La frecuencia vibratoria específica de las vibraciones estimula y promueve la curación de los tejidos blandos y duros dañados. La terapia de vibración aumenta la circulación, estimula el daño de las fibras nerviosas, mejora la flexibilidad, aumenta la fuerza muscular, mejora la densidad ósea y estimula el sistema linfático para eliminar los desechos.
La terapia de vibración también mejora los problemas de equilibrio, que es un problema peligroso muy común asociado con la neuropatía periférica que causa caídas que conducen a fracturas.